Os Veciños 1
- Isaac Cordal (Isaac Cordal)
Con el aparentemente simple acto de la miniaturización y un emplazamiento estudiado y sugestivo, Isaac Cordal amplía magicamente la imaginación de los peones que se encuentran con sus esculturas por la calle. La serie titulada «Eclipses de Cemento» es una definición crítica de nuestro comportamiento como masa social. A través de esta serie de trabajos pretende focalizar nuestra atención sobre la desvalorizada relación con la naturaleza a través de una mirada crítica y sarcástica, que apunta a los efectos colaterales de nuestra evolución como especie.
Sus esculturas, que normalmente no superan los 25 cm, se colocan en lugares específicos que abren rápidamente puertas a otros mundos, como ya había hecho en los años 70 el estadounidense Charles Simonds por medio de sus Dwellings (Moradas), pequeños vestigios de falsas civilizaciones en miniatura integradas en la arquitectura de los edificios a pie de calle.
La obra de Cordal contrasta con la magnificiencia del gran mural y, desde la miniaturización, nos conmueven y nos transmiten la soledad del individuo sumergido en el entorno urbano y la capacidad de los grandes núcleos de población para devorar la diferencia, para homogeneizar costumbres y ritos y para alimentar la ruina lenta del desarraigo. Aunque nos duela, y por desgracia, todas las grandes urbes se asemejan y el singular y el autóctono quedan relegados al pequeño.
En esta ocasión Cordal rompió con su serie de miniaturizaciones generada con Cement Eclipses y creó para el festival de la tercera edición del Rexenera otra serie de tres personajes a una escala mayor, casi humana, que estratégicamente emplazados en unos balcones sin puertas ni ventanas, aparecen en el seno de la ciudad como almas en pena, sumergidas en el aislamiento del edificio y de la urbe, y aguantando estoicamente el peso de la deshumanización existencial de lo urbano.
Así la instalación que deja para lo RexeneraFest 2017 titulada “Os Veciños”, realizada en tiempo record insitu y exproceso durante los días del festival a base de poliespan, resinas, y otros materiales, nos contagian este montón de sentimientos alrededor del espacio en común, de la ciudad contemporánea y de la alienación a la que estamos sujetos como colectividad, repartida en dos ubicaciones de la villa.